La iglesia mundial se enfrenta a una crisis de discipulado. Esta es la manera en cómo avanzar.
Los pastores y líderes de las iglesias quieren ver vidas transformadas por el evangelio. Trabajan incansablemente para atender a las personas, iniciar nuevos ministerios, predicar de forma creativa y mantenerse al día con las tendencias. Lamentablemente, muchos de esos esfuerzos no dan como resultado discípulos profundamente transformados.
Las estrategias tradicionales de discipulado fracasan porque no se comprometen a:
- Reducir el ritmo de vida de las personas para que puedan cultivar una relación profunda y personal con Jesús.
- Desafiar los valores de la cultura occidental que han comprometido la llamada radical a seguir al Jesús crucificado.
- Integrar la tristeza, la pérdida y la vulnerabilidad, dejando a la gente a la defensiva y fácilmente desencadenada.
- Medir nuestra madurez espiritual por cómo estamos creciendo en nuestra capacidad de amar a los demás.
En Discipulado emocionalmente sano, el exitoso autor Pete Scazzero expone cómo crear una cultura emocionalmente sana y multiplicar a personas profundamente transformadas en cada aspecto de la vida de la iglesia, incluyendo el liderazgo y el desarrollo de equipo, el matrimonio y el ministerio de solteros, los grupos pequeños, la predicación, la adoración, el ministerio de jóvenes y niños, la administración y el evangelismo a los no creyentes.
Emotionally Healthy Discipleship
The global church is facing a discipleship crisis. Here is how we move forward.
Pastors and church leaders want to see lives changed by the gospel. They work tirelessly to care for people, initiate new ministries, preach creatively, and keep up with trends. Sadly, much of this effort does not result in deeply changed disciples.
Traditional discipleship strategies fail because they do not:
- Slow down people's lives so they can cultivate a deep, personal relationship with Jesus.
- Challenge the values of Western culture that have compromised the radical call to follow the crucified Jesus.
- Integrate sadness, loss, and vulnerability, leaving people defensive and easily triggered.
- Measure our spiritual maturity by how we are growing in our ability to love others.
In Emotionally Healthy Discipleship, bestselling author Pete Scazzero lays out how to create an emotionally healthy culture and multiply deeply changed people in every aspect of church life--including leadership and team development, marriage and single ministry, small groups, preaching, worship, youth and children's ministry, administration, and outreach.
Complete with assessments and practical strategies, Emotionally Healthy Discipleship will help you move people to the beneath-the-surface discipleship that has the power to change the world.